3 1Respecto a las mujeres: sean sumisas a los propios
maridos; de este modo, si hay algunos rebeldes a la palabra, la conducta de sus
mujeres podrá ganarlos sin palabras, 2la ser testigos del escrupuloso recato de
vuestra conducta. 3Lo propio vuestro no sea el adorno exterior de peinados y
aderezos de oro ni la variedad en el vestir, "sino la personalidad
escondida dentro, con el adorno inalterable de un carácter suave y sereno. Eso
sí que vale a los ojos de
Dios. 5 Así se adornaban antaño aquellas santas mujeres que esperaban en Dios
sumisas a sus maridos. 6 Así obedeció Sara a Abrahán llamándolo su señor. Ahora,
con hacer el bien y no alarmaras por lo que pueda pasar, os habéis hecho hijas
suyas.
7Respecto a los
maridos: tened tacto en la vida común, mostrando consideración con la mujer,
por ser de constitución más delicada, y también por ser herederas como vosotros
del don de la vida; así podréis orar sin obstáculos.
EXPLICACIÓN.
1-7. Aviso a las
esposas se encuentran en Ef 5,21ss; Col 3,185; 1 Tim 2,9-15. Que la mujer debía
estar sometida al marido era lugar común entre los moralistas no cristianos. Caso
de matrimonio mixto (cf. 1 Cor 7,12-16) (1-2). La personalidad madura vale más
que el adorno exterior (cf. 1 Tim 2,9-13) (3-4). Ejemplo de las mujeres bíblicas.
Sara (cf. Gn 18,12), modelo para las cristianas (5-6). Los consejos a los maridos
(cf. 1 Cor 7,3-6) pertenecen a la tradición moral judía y pagana. Aunque la mujer
sea socialmente inferior, el marido debe recordar que ante Dios es su igual. El
trato injusto haría imposible la oración común de ambos (7).
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